El pasado primero de agosto el General de Ejército Raúl Castro Ruz anunció en la Asamblea Nacional la decisión de ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia, y utilizarlo como una alternativa más de empleo para los trabajadores que queden disponibles luego del proceso de reducción de plantillas infladas que deberá asumir el país. En la reunión parlamentaria se conoció, además, que se eliminarían varias de las prohibiciones vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias y la comercialización de algunos productos, además de flexibilizar la posibilidad de contratar fuerza de trabajo en determinadas actividades.
El trabajo por cuenta propia posibilitará el incremento de la oferta de bienes y servicios.
Desde entonces muchos han quedado a la espera de una solución que, alejada de la improvisación y lo efímero, posibilitará el incremento de la oferta de bienes y servicios, a la vez que asegurará ingresos a aquellos que decidan ejercerla. Contribuirá, también, a que el Estado se sacuda una buena parte de la carga de subsidios excesivos, mientras deja en manos no estatales ofertas que durante años asumió a pesar de la difícil coyuntura económica.
La medida de flexibilizar el trabajo por cuenta propia es una de las decisiones que el país toma en el rediseño de su política económica, para incrementar niveles de productividad y eficiencia. Se trata, además, de brindar al trabajador una forma más de sentirse útil con su esfuerzo personal, y de alejarnos de aquellas concepciones que condenaron el trabajo por cuenta propia casi a la extinción y a estigmatizar a quienes decidieron sumarse a él, legalmente, en la década de los noventa.
El primero de agosto se hacía pública también la aprobación de un régimen tributario para el trabajo por cuenta propia que responde al nuevo escenario económico del país. Que aporte más quien más reciba es el principio del nuevo régimen tributario que ayudará a incrementar las fuentes de ingresos al presupuesto del Estado, y a lograr una adecuada redistribución de estos a escala social.
Pero, ¿cómo se ampliará el trabajo por cuenta propia? ¿Cuáles actividades se incluyen en él? ¿Qué prohibiciones se derogan? ¿Cómo se organizará y se controlará? ¿Qué impuestos se pagarán? Tras estas y otras interrogantes anduvo Granma, y consultó a especialistas de los Ministerios de Economía y Planificación, Finanzas y Precios, y Trabajo y Seguridad Social, quienes alistan las regulaciones del trabajo por cuenta propia, que deberán comenzar a aplicarse a partir de octubre.