* Oscar Arancibia Villalba
"Días tristes no son aquellos en que los fusiles libertarios fueron derrotados;
Son aquellos días en que no hubo nadie quien los empuñara".
Carlos Fonseca
MEMORIA HISTÓRICA:
El 47 aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, -llevada a efecto el 26 de julio de 1953- constituye un gran hecho histórico y de trascendencia revolucionaria para Cuba y los pueblos de América Latina. Acontecimiento que nos legó también un documento de gran contenido político que contribuye, precisamente, a la memoria histórica de este heroico pueblo cubano y de nuestro continente. Me refiero al primer discurso de Fidel Castro Ruz, que trata de la propia defensa que asume el joven líder revolucionario frente al tribunal de la época. Dicho documento, publicado meses después del juicio, nos permite dimensionar ya no sólo los atributos personales y de dirigente del joven Fidel Castro, de su fuerza discursiva y la solidez de sus argumentos, sino además, percibir y comprender desde sus inicios el desarrollo de cada etapa del proceso revolucionario cubano.
A la luz de lo que ha sido el proceso revolucionario de CUBA, el libro adquiere dimensiones proféticas al momento de su publicación (1953) y de plena vigencia al relacionar su contenido con el actual contexto político-social de la REVOLUCIÓN CUBANA, especialmente frente a la política internacional impuesta por EEUU (Bloqueo imperialista). La lucha continúa...
Un estilo, una línea, una dialéctica y siempre de frente...
"LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ", constituye un documento histórico que representa un testimonio de defensa del joven revolucionario Fidel Castro, encarcelado después del Asalto al Cuartel Moncada. Tal hecho es posible ser comparado con la defensa del sabio Sócrates (Apología escrita por su discípulo Platón) durante el juicio a que es sometido, en que el filósofo, haciendo uso del agudo aguijón del método mayéutico y la lucidez de los conceptos, pregunta insistentemente a testigos que lo acusan como a los propios jueces, donde es él el que interroga metódicamente, denunciando a los verdaderos corruptos que son sus acusadores, demostrando de ese modo su ignorancia y conductas inmorales e inconsecuentes, para finalmente revertir el juicio y pasar a convertirse de acusado en acusador. Fidel hace otro tanto enfrentando especialmente a los jueces.
La presencia de Fidel Castro y sus discursos, no menos extensos y de sólidos argumentos, han concitado la atención en tantos foros, cumbres y organismos internacionales. No muchos han tenido la claridad de fundamentos políticos, la firmeza de principios y la dignidad del representante máximo de la revolución cubana como lo ha hecho Fidel, cuando ha tenido que denunciar el ataque del imperialismo, cuya expresión máxima es el bloqueo impuesto por EEUU.
La misma estatura moral y valentía, como la defensa en aquel juicio de los 50, la han tenido sus ministros, cancilleres y delegados, los que han contado siempre con el respaldo de su pueblo y el reconocimiento mundial.
En este sentido, un ejemplo brillante lo constituyó el discurso pronunciado por el Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Felipe Pérez Roque, en el 56 periodo de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de las NU, cuando se votó una resolución condenatoria contra Cuba (recordemos que en la ocasión, el gobierno chileno votó a favor de esa resolución), precisamente, se trató de un mensaje fundado en el valor de los Derechos Humanos y la actitud del gobierno de los EEUU y la complicidad inmoral de algunas naciones (el gobierno chileno que votó en contra de Cuba, es de la concertación, cuyo presidente se dice es socialista y ya no se está en dictadura): concepto e instrumentos internacionales de Derechos Humanos, diagnóstico del subdesarrollo, Tercer Mundo, el SUR también existe, globalización neoliberal. Todo un documento contundente y didáctico.
Una Propuesta Revolucionaria...
La secuencia del discurso de defensa de Fidel es realmente fascinante no sólo en su forma, sino también por su contenido, al relatar su encarcelamiento y las dificultades para defenderse, la masacre de sus compañeros luego del asalto y cuando eran prisioneros que luego retoma más adelante, el gobierno del dictador Batista y reseña del anterior, los fundamentos jurídicos legales que respaldan la acción revolucionaria, incluso apoyada en la propia Constitución de la República y el derecho a rebelarse ante la tiranía, la interpelación a los propios jueces y el tribunal y la célebre petición final. Pero lo que realmente impresiona, reitero, situándonos en aquél contexto histórico, son las propuestas revolucionarias que nos llevan obligadamente a admirar la realización de ellas a lo largo de su historia, con una consecuencia digna de sus primeros gestores: se trata de las CINCO LEYES REVOLUCIONARIAS, que serían proclamadas inmediatamente después de tomar el Cuartel Moncada y divulgadas a la nación, y que hoy es menester resumirlas para analizar la historia:
La primera Ley Revolucionaria devolvería al pueblo la soberanía y proclamaría la Constitución de 1940 como la verdadera Ley Suprema del Estado. La segunda Ley Revolucionaria concedía la propiedad inembargable e intransferible de la tierra a colonos. La tercera Ley Revolucionaria otorgaba a los obreros y empleados el derecho a participar del 30 % de las utilidades en todas las grandes empresas industriales. La cuarta Ley Revolucionaria concedía a todos los colonos el derecho a participar del 55 % del rendimiento de la caña. La quinta Ley Revolucionaria ordenaba la confiscación de todos los bienes a todos los malversadores de todos los gobiernos. Se declaraba, además, que la política cubana en América sería de estrecha solidaridad con los pueblos democráticos del continente y que los perseguidos políticos de las sangrientas tiranías que oprimen a naciones hermanas, encontrarían en la patria de José Martí, no como hoy, afirmaba Fidel persecución, hambre y traición, sino asilo generoso, hermandad y pan.
Además, sostenía Fidel en la ocasión, de "otras medidas también fundamentales como la Reforma Agraria y la reforma integral de la enseñanza", que a propósito de ésta, no existe otra referencia mejor que el Apóstol, maestro y guía espiritual y moral de la REVOLUCIÓN CUBANA: JOSÉ MARTÍ, quien planteaba que: "El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento y en la dirección de los sentimientos. Un pueblo instruido será siempre fuerte y libre". En efecto, explicaba tal propuesta Fidel, se trata de poner a la "reforma integral de nuestra enseñanza a tono con las iniciativas anteriores para preparar debidamente a las generaciones que están llamadas a vivir en una patria más feliz...", aspectos que nos lleva de inmediato a reconocer el éxito de la Revolución Cubana en la Educación, la salud y el deporte hoy en día.
Como educador y dirigente gremial del magisterio, me parece fundamental destacar este ámbito clave en la Revolución Cubana, donde el maestro es el alma de la enseñanza, con qué fortaleza vocacional y compromiso social han contribuido al triunfo de la revolución y prestigio a nivel internacional ganado.
Y porque en el discurso de defensa de Fidel constituía en el plano educativo un referente obligado, volvía al Apóstol y gran maestro José Martí a reafirmar desde un principio como guía moral y autor intelectual de la Revolución Cubana... Por ello afirmaba Fidel que, "a los que me llaman soñador, les digo como Martí:
"El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber; y ése es el único hombre práctico cuyo sueño de hoy será le ley de mañana, porque el que haya puesto los ojos en las entrañas universales y visto hervir los pueblos, llameantes y ensangrentados, en la artesa de los siglos, sabe que el porvenir, sin una sola excepción, está del lado del deber".
Precisamente, porque el texto "LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ" constituye un valioso documento que nos permite analizar y comprender mucho mejor el proceso revolucionario cubano, es que en definitiva y por lo mismo, es un deber moral como militante de la Izquierda Revolucionaria chilena y latinoamericana releer y difundir aquel discurso de defensa que pronunciara en forma digna y valiente Fidel Castro en aquella histórica y relevante apología.
· El autor del ensayo es poeta, escritor, profesor de Filosofía y Magíster
En Estudios Sociales y Políticos L. A. de ILADES (U. A. Hurtado - STGO.).
Presidente de la Sociedad de Escritores de Tarapacá- SETA –Arica.
Consultor del Centro de Investigación y Diagnóstico Urbano. CIDUR
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